El cuidado del cabello y el cuidado del cuero cabelludo pueden parecer temas aparte, pero están íntimamente relacionados pues el cabello crece desde debajo de la piel. Las partes vivas del cabello como son el folículo piloso, la raíz del cabello y las glándulas sebáceas se encuentran bajo la piel, mientras que el propio cabello emerge y no tiene procesos vivos. Los daños o cambios ejercidos sobre la parte visible del cabello no pueden ser reparados por procesos biológicos, aunque se pueden emplear estrategias para asegurar que la cutícula se mantenga intacta y preservar la salud del cabello.
La piel del cuero cabelludo, al igual que cualquier otro tipo de piel en el cuerpo, necesita encontrarse sano para asegurar la salud del cuerpo y la salud de la producción de cabello. Si el cuero cabelludo no se lava con regularidad mediante la retirada de las células muertas, las toxinas implicadas y excretadas por la piel o amenazas externas como bacteria, virus y agentes químicos pueden crear un caldo de cultivo para bacterias. Sin embargo, no todos los desórdenes en el cuero cabelludo se deben a infecciones bacterianas. Algunas aparecen inexplicablemente, y a menudo solo pueden ser tratadas sintomáticamente, un ejemplo es la caspa. Existen también bacterias que pueden afectar al pelo en sí. Los piojos son probablemente uno de los parásitos más comunes que afectan al pelo y al cuero cabelludo. Los piojos pueden retirarse con una especial atención al detalle, y estudios demuestran que los piojos no tienen especial relación con la mala higiene del cabello. Muchos estudios sugieren que incluso los piojos parasitan mejor los cabellos limpios.
Las glándulas sebáceas en la piel humana producen sebo, que se compone principalmente de ácidos grasos. El sebo actúa protegiendo la piel y el pelo, y puede inhibir el crecimiento de microorganismos en la piel. El sebo contribuye además al pH naturalmente ácido de la piel, que ronda entre los valores 5 y los 6.8 de la escala de pH. Esta sustancia oleosa proporciona al pelo hidratación y brillo al recorrer el pelo desde la raíz a la punta, y sirve de protección para evitar la sequedad o la absorción excesiva de productos nocivos en el ambiente. El sebo también se distribuye a lo largo del cabello mecánicamente al cepillarlo o peinarlo. Cuando el sebo está presente en exceso las raíces del cabello pueden aparecer grasientas y con un color más oscuro del habitual, y el pelo puede aparecer en mechones agregados entre sí.
La piel del cuero cabelludo, al igual que cualquier otro tipo de piel en el cuerpo, necesita encontrarse sano para asegurar la salud del cuerpo y la salud de la producción de cabello. Si el cuero cabelludo no se lava con regularidad mediante la retirada de las células muertas, las toxinas implicadas y excretadas por la piel o amenazas externas como bacteria, virus y agentes químicos pueden crear un caldo de cultivo para bacterias. Sin embargo, no todos los desórdenes en el cuero cabelludo se deben a infecciones bacterianas. Algunas aparecen inexplicablemente, y a menudo solo pueden ser tratadas sintomáticamente, un ejemplo es la caspa. Existen también bacterias que pueden afectar al pelo en sí. Los piojos son probablemente uno de los parásitos más comunes que afectan al pelo y al cuero cabelludo. Los piojos pueden retirarse con una especial atención al detalle, y estudios demuestran que los piojos no tienen especial relación con la mala higiene del cabello. Muchos estudios sugieren que incluso los piojos parasitan mejor los cabellos limpios.
Las glándulas sebáceas en la piel humana producen sebo, que se compone principalmente de ácidos grasos. El sebo actúa protegiendo la piel y el pelo, y puede inhibir el crecimiento de microorganismos en la piel. El sebo contribuye además al pH naturalmente ácido de la piel, que ronda entre los valores 5 y los 6.8 de la escala de pH. Esta sustancia oleosa proporciona al pelo hidratación y brillo al recorrer el pelo desde la raíz a la punta, y sirve de protección para evitar la sequedad o la absorción excesiva de productos nocivos en el ambiente. El sebo también se distribuye a lo largo del cabello mecánicamente al cepillarlo o peinarlo. Cuando el sebo está presente en exceso las raíces del cabello pueden aparecer grasientas y con un color más oscuro del habitual, y el pelo puede aparecer en mechones agregados entre sí.